Hablar con Gustavo y ver los vídeos de su masterclass Alma y Poder fue revelador, porque redescubrí en mí cosas que de niña las pensaba, pero por el que dirán uno las va cantando, hasta que llega un momento donde todo eso quiere salir y por suerte la inteligencia suprema o como cada uno lo quiera llamar, te pone personas como Gustavo, que me me hicieron volver a confiar.
A confiar que eso que sentía, que vivía dentro de mí no era una locura, simplemente era mi recuerdo de jugar este hermoso juego llamado vida.
La verdad es que gracias, gracias, Gustavo, por tomar tu misión y poder acompañarnos a nosotros a que tomemos la nuestra, gracias por acompañarme, gracias a la inteligencia superior por permitir que nos cruzaremos en esta vida.
¡Gracias!!!